El hacker que el año pasado entre en la cuenta de correo electrónico de Miley Cyrus armó todo un revuelo en la ocasió, pero ahora se revela que la estrella juvenil de Hannah Montana de Disney no fue la única celebridad que sufrió la violación de su privacidad por un delito electrónico.
El caso tuvo mayor repercusión por las fotografías semi desnudas de Miley que le dieron la vuelta al mundo por Internet. Sin embargo, según una declaración jurada del FBI obtenidos por News Channel 5, el hacker, Josh Holly de 19 años, admitió que era parte de un plan para ganar dinero por publicidad mediante correo electrónico no deseado.
Holly le dijo a un agente del FBI que “utilizan a menudo cuentas de las celebridades, debido al alto volumen de tráfico de Internet que atraen”. No han salido a la luz pública aún los nombres de las otras celebridades que habrían sido afectadas.
Por sus esfuerzos, los anunciantes le pagaron más de 110.000 dólares en un período de nueve meses - de noviembre de 2007 a de julio de 2008.
Holly también admitió haber ingresado en los sistemas administrativos del popular sitio MySpace.com.
La declaración fue escrita fue se realizó para obtener una orden judicial federal para revisar los equipos que habían sido incautados en su casa el pasado otoño. Holly - que todavía tiene un sitio web www.trainreq.org- aún no ha sido formalmente acusado, pero se espera que esto ocurra luego de las investigaciones.
Josh Holly, que debe ser el uno de los hackers más mediatico de la actualidad, mentiene en su sitio web un blog donde cuenta todas sus aventuras, reveló que el FBI lo interrogó no sólo sobre Miley Cyrus y asegura que esta consciente de que podría no tener un futuro, ya que podría incluso ir a la cárcel por algo que él ahora llama “muy, muy estúpido”.
En su sitio el mismo se ofrece para dar entrevistas a todo medio que se interese. En una de sus últimas declaraciones reveló, que del dinero que se ganó por sus actividades delictivas sólo se embolsilló el mismo unos 50,000 dólares y que el resto fue a parar a las manos de un complice en Israel.
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